Masaje Shiatsu | Técnica, Beneficios y Indicaciones Terapéuticas
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El Shiatsu es una práctica manual originaria de Japón que tiene como objetivo mantener la salud y el buen funcionamiento interno del organismo.
El típico desarrollo de una sesión
Por lo general, el paciente, vestido, se acuesta en una colchoneta de masaje. Sin embargo, si solo se deben masajear las partes superiores del cuerpo (hombros, brazos, cuello), a veces se invita al paciente a sentarse simplemente en una silla. Luego, el masajista ejerce presión con los dedos en las áreas a tratar, según los trastornos que padece la persona. Una sesión de shiatsu generalmente es indolora, a menos que el masajista tenga que ejercer una presión muy intensa para combatir las tensiones musculares. El tratamiento suele terminar con un tiempo de descanso. En total, una sesión de shiatsu dura en promedio una hora. Para que la sesión se desarrolle de la mejor manera posible, elija una de las mejores direcciones de spas e institutos de masaje cerca de usted.
¿Cómo funciona el Masaje Shiatsu?
El Shiatsu está estrechamente relacionado con el concepto de energía vital o “qi”, que proviene de la medicina tradicional china. Según los antiguos chinos, un desequilibrio en la energía vital puede provocar un desequilibrio en el cuerpo o en la mente, lo que favorecerá la aparición de síntomas físicos o psicológicos. Por lo tanto, esta práctica corrige el exceso o la deficiencia de energía vital en el cuerpo.
El Shiatsu también se basa en la idea de que el cuerpo humano acumula tensiones que tendrán una influencia negativa en el estado físico (dolor y diversos trastornos) y emocional (estrés, insomnio…) de la persona si no se eliminan. Para liberarlas, el terapeuta realizará presiones y manipulaciones que estimularán la energía vital del individuo. Estas se realizan en puntos de acupuntura específicos elegidos por el terapeuta, estimulando los meridianos energéticos en todo el cuerpo: espalda, cuello, brazos, pero también rostro, manos, pies…
El masaje Shiatsu: ¿Para qué sirve?
A nivel físico, el Shiatsu produce un efecto de relajación y bienestar similar al del masaje clásico. Las presiones y manipulaciones pueden relajar los músculos, aliviar las tensiones y estimular las defensas inmunológicas. La mejora en la circulación de energía en el cuerpo conducirá a una mejor circulación sanguínea y respiración.
El Shiatsu no solo actúa sobre las tensiones físicas, sino también a nivel psicológico. De hecho, permite que la persona relaje su mente y combata el estrés y la ansiedad gracias a su efecto muy relajante. Por lo tanto, el masaje Shiatsu tiene un propósito terapéutico, pero también preventivo ya que se utiliza para eliminar tensiones antes de que se vuelvan perjudiciales.
El “Do-in” es también una práctica originaria de Japón que se centra en una forma de auto-masaje que comprende una secuencia de fricciones y presiones desde arriba hacia abajo y desde el centro hacia afuera, recorriendo todo el cuerpo. Según la persona que consulta, la presión de los dedos puede centrarse en las manos, la cara o los pies, en un enfoque similar al de la reflexología.
¿Cuándo consultar?
Los beneficios de esta práctica son numerosos y las aplicaciones variadas:
Las contraindicaciones
El masaje shiatsu no se recomienda para personas asmáticas o que sufran de malformaciones importantes, especialmente cardíacas. También está contraindicado en caso de fiebre, osteoporosis, úlceras y enfermedades contagiosas de la piel. Este tratamiento no puede ser practicado poco tiempo después de una intervención quirúrgica. Si se encuentra en alguna de estas situaciones, es recomendable probar el reiki tradicional para combatir el estrés.
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