Criador de perros.
Tenemos hermosos hermoso bebe Alaskan Malamute, Creciendo cada día, con buena salud.
El Malamute de Alaska tiene una salud de hierro. Soporta las condiciones invernales maravillosamente, pero le cuesta más con el calor intenso. Su mantenimiento es mínimo y educarlo resulta bastante sencillo. Además, este canino es un adorable compañero de vida. Agradará a todas las familias porque nunca es agresivo y adora la compañía de los niños. El Malamute de Alaska es típicamente un perro de trineo ártico. Está diseñado para la actividad, la fuerza y la resistencia: tiene una estructura ósea fuerte y una musculatura bien desarrollada, mucho más que la del Husky Siberiano con el que a menudo se confunde. Su porte de cabeza alto y orgulloso aumenta su elegancia natural.
El Malamute de Alaska es una de las razas de perros de trineo más antiguas de origen nórdico. Tiene su origen en el noroeste de Alaska (región de Kotzebue), donde la tribu Mahlemiut lo criaba por sus cualidades como perro de trineo y cazador. De hecho, fue esta tribu la que le dio su nombre.
Durante la Fiebre del Oro en el siglo XIX, muchos Malamutes de Alaska fueron utilizados para el transporte de buscadores de oro y su equipo. La raza fue reconocida oficialmente por la Federación Cinológica Internacional (FCI) el 13 de mayo de 1963.
Su pelaje: espeso, áspero, ni demasiado largo ni suave, asociado con un subpelo denso y lanudo.
Su color: desde gris claro hasta negro, pasando por colores intermedios (sable a rojo). La única variedad unicolor debe ser blanca.
Su cabeza: amplia, fuerte pero sin grosería. Bien proporcionada en relación con el cuerpo del perro. El cráneo es ligeramente redondeado, con la presencia de una ligera depresión entre los ojos. El stop es leve, el hocico fuerte y masivo, y las mandíbulas anchas.
Sus orejas: de forma triangular, ligeramente redondeadas en su extremo, de tamaño mediano, bien separadas, puntiagudas hacia adelante cuando están erguidas, a veces dobladas contra el cráneo cuando el perro está activo.
Sus ojos: de color marrón, en forma de almendra, de tamaño mediano. Muestran una expresión suave y afectuosa.
Su cuerpo: de construcción robusta y compacta. El cuello es fuerte y ligeramente arqueado, la espalda recta y descendiendo suavemente hacia las caderas, la zona lumbar sólida y bien musculada, el pecho bien desarrollado.
Su cola: bien provista. Llevada sobre el dorso cuando el perro está en reposo.
El Malamute de Alaska necesita una educación firme desde una edad temprana. Tampoco se trata de buscar el enfrentamiento de fuerzas. Inteligente, activo y dedicado, este perro disfruta aprendiendo siempre y cuando se respete su ritmo y no se le abrume con instrucciones. No se recomienda necesariamente como primer perro, ya que es poco dócil, como muchos perros nórdicos. Le gusta desafiar a su dueño para ponerlo a prueba. Este último deberá emprender una educación firme, estricta pero también suave desde una edad temprana para esperar los mejores resultados posibles.
El Malamute de Alaska es un perro con una personalidad cariñosa, amistosa y sociable. En familia, su lealtad y apego lo convierten en un compañero muy agradable. Su gran dignidad no le impide mostrar un carácter extremadamente juguetón cuando se le anima. Aunque su función principal sea la de perro de trineo, trabajo para el cual muestra habilidades notables, el Malamute de Alaska también es una excelente mascota. No le gusta la soledad.
El Malamute de Alaska se adapta a las condiciones climáticas más duras. Prefiere ampliamente la vida al aire libre, en una casa con un gran jardín cercado, de lo contrario su temperamento podría llevarlo a escapar. La vida en un apartamento le conviene mucho menos, donde podría aburrirse rápidamente. Necesita espacio y libertad.
El Malamute de Alaska posee una salud de hierro. Solo está sujeto a displasia de cadera debido a su gran tamaño. Por lo tanto, el ejercicio físico debe ser moderado durante sus primeros meses de vida. Además, el Malamute de Alaska no tolera bien el calor intenso. Es esencial ponerlo a la sombra durante la temporada de verano. No se destacan patologías hereditarias.
El Malamute de Alaska experimenta 2 mudas al año bastante significativas, principalmente en otoño y primavera. Aparte de estos períodos, su cuidado es bastante sencillo, ya que tiene la reputación de ser un perro naturalmente muy limpio.
Se recomienda cepillar al perro 2 veces por semana. Durante la muda, el cepillado debe ser más frecuente para eliminar el pelo muerto. El Malamute de Alaska no necesita ser bañado regularmente. Si se requiere bañarlo, no se deben realizar más de 2 baños al año para no alterar la protección proporcionada por su pelaje y piel. También se evitará cortarle el pelo, excepto quizás el de las extremidades si es necesario.
Cepillar los dientes del Malamute ayuda a eliminar la acumulación de sarro y la proliferación de bacterias. Si sus uñas no se desgastan naturalmente, deben cortarse regularmente. Si eres inexperto en este tema, se recomienda pedir consejo a un veterinario. Por último, los ojos y las orejas deben ser revisados cada semana para asegurarse de que no haya rastros de suciedad o alguna infección. Las orejas se deben limpiar con algodón impregnado de un producto auricular con pH neutro.
Este perro se alimenta principalmente de comida humana. Sus raciones consisten en carne cruda, carbohidratos como pasta y arroz, así como verduras frescas. Su alimentación debe adaptarse a su gasto energético diario. No dudes en acudir a un veterinario para obtener una dieta adecuada a su morfología y actividad física.
El Malamute de Alaska es un perro de trineo y necesita mantenerse activo a diario. Por lo tanto, requiere al menos dos largos paseos al día. Todas las actividades que puedan poner a prueba su increíble resistencia y gran coordinación son bienvenidas: caminatas, excursiones, agilidad…
Buck y Shadow: estos Malamutes de Alaska aparecen en la película “Antártida, prisión del frío”, dirigida por Frank Marschall y estrenada en 2006. Ambos forman parte del equipo de perros de trineo (los otros 6 son Huskies Siberianos). La película narra la historia del geólogo Davis McClaren y el guía Jerry Shepard, quienes lideran una expedición en pleno corazón de la Antártida. Debido a condiciones climáticas extremas, ambos hombres se ven obligados a evacuar la zona de forma urgente y dejar a los caninos atrás. Entregados a sí mismos, los compañeros de cuatro patas intentarán sobrevivir mientras esperan el regreso de su dueño, Jerry, quien está decidido a recuperarlos.
La película se inspiró en la expedición japonesa que tuvo lugar en la Antártida en 1958.
